la habitación de Abel

Tuesday, October 03, 2006

canciones, peces no vistos y otras historias.


Hay momentos en la vida en los que de golpe y sin venir a cuento escuchas una canción que has oído mil veces y cobra realmente significado. Canciones que sin saber bien bien lo que dicen se te enganchan en los tobillos y te exigen que las acarrees por toda la ciudad...este no es el caso...pero es que no me quito la canción de Paulina Rubio de la cabeza!!!Alguien me dijo que le recordaba otra melodía y yo tambien lo creo, pero no se a cual...tal vez una de Mecano, ais...no lo se, pero el caso es que tengo vergüenza ajena de mi subconsciente perverso que hace que me sienta atraido hacia este tipo de temazos de disco de verano... que será lo próximo? un politono de Musiquito? (si, el de la mosca "aqui o aqui")help me! a mi me gustaba Leonard Cohen...ese era el trato con mi cabeza...ni una sola palabra...nanino nino nano...AAHHH!!lo ves?





Y zas!entra una nueva Superheroina {una que tiene muchos, pero que muchos poderes... entre ellos el maravilloso don de la palabra ingeniosa veloz, el del pelo de fuego que descongela los corazones frios...si este es un poder un poco cursi, pero bien bonito...el de salir por Piernas y el de cambiar el sentido de cierta palabra para que en su boca quede como el mejor de los adjetivos} que descubre la verdadera personalidad de Clark Kent! y eso me otorga poderes nuevos, piñau!piñau! Ahora puedo correr a la velocidad de la luz y ser copiloto de lujo de un nuevo Superauto, si uno tan super que es capaz de llevarte a lugares maravillosos. Conectado el neuroconector se me ocurren cuentos como este:
- Bobín se montó en su coche tras comer Senyoretmente, con los bolsillo cargados con copas y saleros robados. No sabía muy bien la dirección y se encapricho con la absurda idea de ver peces al atardecer, pero el villano reloj de arena hizo que Bobín perdiera su ultima posibilidad, preocupado y volviendo a su superauto encontró una puerta abierta, pero no era una puerta normal. Era una puerta en medio de la carretera. Cruzó el umbral y se adentro, no solo, en un bosque aislado de la urbe. Cañas y arboles trenzaban un nuevo cielo sobre Bobín que sin darse cuenta iba convirtiendose poco a poco en un animal. No, no era algo negativo, todo lo contrario. él tenía miedo, es cierto, pero en el fondo se sentía bajo protección...así que la calma le hizo ver que el caminar a cuatro patas entre el frondoso follaje, quería decir que Bobin había pasado a convertirse en un animal muy muy especial y sin necesidad de pagar una entrada pudo observar un millar de peces nuevos porque él formaba parte ahora de la fauna de la zona...empezó a sonreir y no pudo parar, se agarró muy fuerte al suelo or si acaso todo era un sueño, para que el sonido de despertador no pudier arrancarle de esa hermosa parcela...

Que bonito amanecer.

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