Pues sí, el viaje a Nueva York fue genial, lo pasé en grande y aluciné en pepinillos con todas esas mariconadas que me gustan a mi (ya sabeis...no voy a entrar en detalles).
Ahora cada vez que veo C.S.I (que lo veo sin querer y un poco obligado, porque no me gusta mucho,con esas forenses que van a currar vestidas por grandes diseñadores y que se rizan las pestañas, porque si no no ven las pruebas y se pasan el babyliss entre cadavares abiertos en canal...mientras manchan con carmin los documentos digitales, esos táctiles que tiene por todas partes, cuando llegará el día en el que un becario, por error, de al interruptor de la luz y se enciendan los fluorescentes? es que no se como trabajan entre neones y luces verdes - ais... Wong Kar Wai's, que sois unos Wong Kar wai's-)
Pues eso, que lo veo más cercano...
Lo apoteósico de los edificios, el central park, los negros- cuantos negros hay en NY, verdad?- los Mc Donalds, la nieve y el friazo...
Fui a patinar sobre hielo, claro, porque aunque sea tan torpe como para golpearme con la nariz en todos los marcos de las puertas, eso se me da bien.
Vi un fenomenal slasher en 3D. Me pasé las mañanas comiendo fritanga y las tardes comiendo más fritanga. Aprendí el universo propina y me inspiré viendo a Ariel en persona y gané 100 dolares en algo llamado Ass Circus, que es peor de lo que suena, pero gané! Y me reencontré con Marcel, y con su nueva vida equina! y me hice una foto en la calle Madison que le dió el nombre a Daryl Hanna en Splash (tú, lo entiendes, verdad, Manu?) Y desayuné un café con leche (que no me gusta, pero que todo el mundo lo lleva en la calle y si no llevas un vaso con tapa no eres nadie) delante de Tiffany's. Y entre en la tienda Disney...que era enorme. Y cené en el Butter, ese sitio tan pijo que sale en Gossip Girl y en un montón de pelis. Y Conocí al majisimo Rex y a sus compis de L'oreal y a sus amigos. Y descubrí que el inglés es lo de menos...y corrí por el metro como la Ricci en Bless the child...y sí! fui en taxi...Güala...que felicidad!Ahí cruzando puentes y pillando el free-ferry... y caminé como un entendido por el Moma tocándome la barbailla como si entendiera el arte moderno, cuando yo no entiendo los taburetes con rueda de carro encima...y dormí, comí, andé, soñé, dormí, reí, salté y baile ( y me rallé un poquito tambien, es verdad, si no no sería yo) y todas esas cosas. Evidentemente la mejor parte del viaje es la que no cuento y la que no sale en las fotos.

P.D: Sí, la foto del café es mas falsa que ese libro de colorear que veneden en los chinos con una familia feliz y amarilla en la portada que se titula " The Sibnsom"

Ale, ya lo he dicho!