chiquitines
...y entonces sin que nadie se lo esperara (casi nadie), y sin que nadie se diera cuenta (casi nadie) empezaron a llover hojas de periódicos que surcaban el aire tiñiendo de titulares, necrológicas y pasatiempos el cielo de la ciudad...
Noticias buenas, malas y regulines que se posaban en las farolas, en las cornisas, en los balcones e incluso en la cabeza recién peinada de la Señora Cabos, pero no, ella tampoco se dió cuenta. Lo sé, porque tenía entre los bucles retazos de la predicción de aries y a ella le encanta el horóscopo...
Luego cayó la tormenta y como todo, el papel, también se deshizo. Las noticias acabaron convertidas en marea grisinegra en las alcantarillas...y las ratas hicieron una discoteca (y kaka) encima del crucigrama...típico.
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